Es un yoga indicado para cualquier persona y no es necesario tener conocimientos previos ni una forma física determinada para practicar esta disciplina ya que es uno mismo quien pone el límite. No existen niveles porque se busca la evolución, ir superándose día a día.

Cada alumno participa en la clase en función de sus capacidades, es la propia persona la que sabe cuándo puede dar un poco más o cuándo es mejor descansar. La profesora, además, está pendiente de las necesidades de los alumnos ofreciendo variantes adaptadas a las posibilidades de cada persona cuando, por cualquier problema, no puede realizarse la postura.

Las clases de Kundalini Yoga se dividen en:

• Canto de mantra para enfocar la mente y el cuerpo en la práctica de la sesión.
• Calentamiento: Fase inicial donde ponemos en marcha nuestro cuerpo físico.
• Kriya: Grupo de ejercicios físicos donde se trabajan distintas partes del cuerpo con el objetivo de lograr resultados concretos a nivel físico y mental, por ejemplo: para la flexibilidad de la columna, para los riñones, depurar el hígado, abrir el corazón, para fomentar el pensamiento positivo…
• Relajación. Durante este tiempo el cuerpo asimila los cambios producidos por la kriya.
• Meditación: Nos ayuda a afrontar distintos retos de la vida, seguridad, concentración, etc.
• Cierre de la clase con canto de mantras que relajan la mente y cierran el ciclo.

Se trabaja todo el cuerpo. Hay kriyas que se pueden centrar más en brazos o en piernas, pero, si se practica regularmente, todo el cuerpo queda beneficiado. Se trabaja el tono, la flexibilidad, la fuerza de los músculos (abdominales, espalda, cuello, hombros…). Dependiendo de las fortalezas y debilidades físicas de la persona, algunos ejercicios resultarán más sencillos que otros.

Son tantos los beneficios que aporta la práctica del Kundalini Yoga a nivel físico, mental y emocional, que se dice que su práctica habitual puede cambiarnos la vida. Una de las primeras cosas que nota el practicante es una rápida mejoría en los hábitos de sueño. Además, a medida que practiquemos durante más tiempo, alcanzaremos un profundo estado de bienestar y el empezar a notar los beneficios sirve de estímulo para seguir avanzando.

• Se reduce el estrés y la ansiedad.
• Se genera rápida y eficazmente un estado interno de mayor bienestar y paz interior.
• Incrementa la energía vital.

• Estimula la concentración, la memoria…

• Ayuda a canalizar de forma sana las emociones
• Mejora la flexibilidad de la columna vertebral
• La musculatura se tonifica y se vuelve más flexible.
• Fortalece el sistema nervioso.
• Purifica el organismo y fortalece el sistema inmunitario.
• Mejora la circulación de la sangre.
• Se eliminan toxinas, estimulando el sistema linfático y depurando la sangre.

• Mejora el sistema endocrino.

• Favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo.

• Gracias a las diferentes técnicas de respiración mejora la capacidad respiratoria.