Información sobre estas estructuras anatómicas:
Los ligamentos articulares estabilizan las articulaciones, guían los movimientos y participan en la propiocepción enviando información a través de las terminaciones nerviosas al sistema nervioso central.
Se componen de colágeno tipo 1 (70%) y de gran cantidad de fibras de elastina y algunas células de tipo fibroblástico. Por esta razón no tienen un comportamiento elástico, excepto uno, el ligamento amarillo situado en la columna vertebral.
Son fácilmente elongables pero a medida que la tracción aumenta, el ligamento se convierte en una estructura más rígida. La deformidad de esta estructura no solo depende de la fuerza sino también de la velocidad, del tiempo de aplicación de ésta y por último inmovilizaciones prolongadas que generan adherencias alrededor de estas estructuras y cambian su composición.
Tienen poca vascularización generalmente lo cual explica que biológicamente sus lesiones lleven bastante tiempo de recuperación.
Lesiones ligamentosas:
Las más habituales se producen por tracción o torsión.
- DISTENSIÓN (no llega a romperse ningún haz)
- ESGUINCE GRADO 1 (ruptura parcial)
- ESGUINCE GRADO 2
- ESGUINCE GRADO 3 (ruptura total)
La fisioterapia rehabilita todas estas lesiones, incluso la rupturas totales que pasan en muchas ocasiones por el quirófano y después se acompañan de un tratamiento de fisioterapia postquirúrgico.
Autor del artículo: Jon Verdejo, Fisioterapeuta especializado en Cadenas Fisiológicas y Osteópata.
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