Y ahora, ¿qué?, ¿vamos a dejar todos de comer carne?, ¿con esto vamos a dejar de tener cáncer?…
Es increíble el revuelo que se ha montado con esta noticia. La gente está alarmada, preocupada, confundida. Se está escribiendo mucho acerca de este tema.
A mí me gustaría aportar algunas reflexiones:
- Desde tiempos inmemoriales la carne ha formado parte de la alimentación humana aunque no es un alimento indispensable para los seres humanos.
- La carne contiene todos los aminoácidos esenciales que necesitamos y es un alimento de gran valor nutricional.
- El consumo de carne ha aumentado considerablemente en los últimos años en todos los países conforme se ha elevado el nivel de vida de la población.
- Ahora bien comer carne en las cantidades que se consumen actualmente (en algunos casos, casi a diario) no es una opción alimenticia muy conveniente ni acertada.
- No podemos meter en el mismo saco todas las carnes rojas y procesadas. Es decir no tienen nada que ver un jamón altamente procesado por la industria alimentaria con un buen jamón de bellota.
- Debemos leer las etiquetas de los alimentos y evitar los que tengan en su composición ingredientes que no sean “alimentos” (me refiero a “emulgentes”, “glutamatos”, “aspartamos”, “espesantes” y demás, ya que nuestro organismo no necesita para nada estos ingredientes y solo “nos ensucian”).
- El problema viene por la pésima calidad de la carne que se consume en la actualidad, ya que para aumentar la productividad, se alimenta a los animales con maíz, cereales o harinas a menudo enriquecidas con aditivos. Se crían en unas condiciones de hacinamiento inaceptables lo que suele conllevar al uso de antibióticos y medicamentos para intentar evitar enfermedades en los animales criados en dichas condiciones de vida.
- Importantísimo tener siempre en cuenta la calidad de los alimentos que consumimos. Dicen que “somos lo que comemos” pero es que también “somos lo que comen los animales que comemos”.
- El consumo de carne convencional actual tiene un enorme impacto medioambiental. Por ello es aconsejable evitar la carne convencional y comer, con moderación, carne de animales sanos, criados en libertad y alimentados con pasto.
- Cuando se coma carne acompañarla siempre de una buena cantidad de verduras y olvidemos las patatas fritas y el pan. El alto contenido en fitoquímicos (carotenoides, flavonoides……..antioxidantes) de los vegetales logrará que el efecto final para tu organismo sea completamente distinto.
- En cualquier caso, come la carne al “punto”, no churruscada.
- Finalmente, como dice Michel Pollan en su libro “Saber comer: 64 reglas básicas para aprender a comer bien”:
“COME COMIDA DE VERDAD, CON MODERACIÓN Y SOBRE TODO VEGETALES”
Autora del artículo: Laura Lángara, Bioquímica y Asesora Nutricional.
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